Juan Carlos Díaz Lorenzo

A mediados del siglo XIX, la lucha por la unidad de varios países europeos se convirtió en una de las causas de la aparición de un nuevo sentido de unidad nacional que llevaría a los compositores a buscar inspiración en ideas musicales de su propio país. El nacionalismo en la música fue una de las nuevas vías expresivas que ofreció el romanticismo y con ella cada pueblo recuperó la conciencia de su entidad individual.

Sin embargo, el nacionalismo romántico se enfrentó a la supremacía de la ópera italiana. Los pioneros de esta tendencia fue el compositor checo Bedich Smetana (1824-1884), llamado también el “padre de la música checa”.

En el caso de Finlandia, además de la figura del gran sinfonista Jean Sibelius, figuran también Ilmari Krohn (1867-1960), autor de varios libros y una colección de canciones folklóricas finesas; además de compositor de varias obras, entre ellas la ópera El Diluvio, así como oratorios y cantatas sacras; Karl Flodin (1858-1925); Aarre Merikanto (1893-1958); y Fredrik Pacius (1809-1891), autor de la primera ópera en lengua finesa.

Fachada principal de la catedral luterana de Helsinki

En la década de los años veinte del siglo XIX llegaron a Finlandia las primeras óperas que se representaron en el país. En esa época, la ciudad de Viipuri era visitada por las principales compañías operísticas, alemanas en su mayoría, debido a su proximidad con la ciudad de St. Petersburg, aunque también llegaron a Turku y Helsinki. A mediados de la centuria, las representaciones, con repertorios de obras italianas y alemanas, también se conocían en las ciudades de Kuopio y Oulu, situadas al norte del país.

La influencia alemana era evidente en la vida musical finlandesa desde mediados del siglo XIX, debido, sin duda, a la presencia de la destacada figura de Fredrik Pacius, que se había establecido definitivamente en el país en 1835, cuando contaba 26 años. Pacius nació el 19 de marzo de 1809 en Hamburgo, el mismo año en que Suecia se vio forzada a ceder Finlandia a Rusia. Discípulo, a temprana edad, de Spohr en violín y de Hauptmann en composición, disciplinas que aprendió en la localidad de Kassel, durante seis años fue violinista en la Orquesta de la Corte de Estocolmo, hasta que tomó la decisión más trascendental de su vida. 

Fredrik Pacius (1809-1891)

Pacius comenzó a trabajar como profesor de música en la Universidad de Helsinki, donde fundó una sociedad musical, un coro y una orquesta. En aquel tiempo, con la lengua finesa relegada a un segundo plano, el joven compositor escogió para sus dos primeras obras escénicas tramas ideadas originariamente en finés, aunque las compusiera sobre textos escritos en sueco.

El autor se volcó en un desarrollo multifacético en la vida musical de su patria adoptiva, de ahí que sea considerado el padre de la música finlandesa. En 1848 escribió la música para el poema Maamme, de Johan Ludvid Runeberg, que se convirtió en el himno nacional de Finlandia. La música de Pacius también fue utilizada en el himno nacional de Estonia, Mu isamaa, mu onn ja room. 

A él se debe la primera ópera finlandesa de gran formato, con libreto en sueco, obra de Zacharias Topelius: Kaarle-kuninkaan metsästys [La caza del rey Carlos], estrenada en marzo de 1852 y puesta en escena por cantantes y músicos aficionados. El hecho tiene carácter histórico y los intérpretes fueron muy celebrados. El lenguaje empleado por Pacius responde a una amplia información y tiene un argumento de rescate, por lo que despertó sentimientos patrióticos en el espíritu de la época. La pieza se representó nueve veces con el aforo completo, hecho destacado si tenemos en cuenta que Helsinki apenas tenía entonces 20.000 habitantes, y la capa intelectual que seguía la vida cultural era poco numerosa.

En 1877, Fredrik Pacius recibió el título de doctor honorario de la Universidad de Helsinki. Durante los primeros años de la década de los ochenta, el compositor abordó en profundidad el libreto en alemán en la pieza dramática Lorelei, que había escrito Emanuel Geibel para Félix Mendelssohn en 1847, malogrado entonces por el fallecimiento de su autor en dicho año.

Aspecto exterior del Teatro Alexander, en Helsinki

Los preparativos para el estreno de su tercera y última ópera en el Teatro Nuevo de Helsinki resultaron tan accidentados, que el autor tuvo que conformarse con presentarla en el modesto escenario del Teatro Alexander (Aleksanterin teatteri). El interés suscitado por la representación del 28 de abril de 1887 se vio defraudado por las debilidades vocales de la cantante que personificaba a la titular, si bien la situación mejoró en las representaciones siguientes. Al igual que otras composiciones del autor, Lorelei sigue las convenciones de la escuela romántica alemana de la primera mitad del siglo XIX, y su lenguaje musical ofrece avances en una identidad específicamente finesa. Pacius falleció en Helsinki el 8 de enero de 1891, a la edad de 82 años.

Hemos citado el Teatro Alexander, situado en la calle Bulevardi de Helsinki, cuya construcción finalizó en 1879. Este teatro se convirtió en un importante escenario en el que actuaron compañías de ópera extranjeras. En 1896 se representaron Payasos, de Ruggiero Leoncavallo y Caballería rusticana, de Pietro Mascagni, unos pocos años después de sus respectivos estrenos en Italia. Entre 1904 y 1906 varias de las principales óperas representadas en Helsinki fueron de Richard Wagner, gracias a los esfuerzos de la cantante Maikki Järnefelt, el compositor y director de orquesta Armas Järnefelt y el empresario Edvard Fazer.

Armas Järnefelt (1869-1958)

Armas Järnefelt (1869-1958), hijo de militar, fue el primer compositor finlandés que dirigió las óperas de Richard Wagner en su país. Había aprendido piano en Helsinki con el profesor Ferruccio Busoni y en París, con Jules Massenet. Tras dirigir diversas orquestas en Alemania, regresó a Finlandia, donde dirigió la Ópera y el Instituto de Música de Helsinki. Mantuvo relaciones familiares con el gran Sibelius, ya que se casó con su hermana Aino.

Sin embargo, en 1905 se fue a trabajar a Suecia y en 1909 adquirió la ciudadanía de dicho país. En 1923 se convirtió en el primer director de orquesta de la Ópera Real de Estocolmo, y de 1932 a 1936 fue responsable de la Ópera Nacional de Helsinki. Compuso obras poéticas para pequeña orquesta [Praeludium y Canción de cuna, 1904], poemas sinfónicos [Forsfärden, 1919], música para teatro [Las aves, de Aristófanes, 1916], música de cámara, coros, cantatas y piezas para piano.