En memoria de Aleksis Kivi

octubre 11, 2012

Juan Carlos Díaz Lorenzo

Finlandia honra la figura de uno de sus compatriotas más importantes, Aleksis Kivi, con la celebración, cada 10 de octubre, del Día de la Literatura Finlandesa. Su legado forma parte de la memoria colectiva y para un pueblo como el finlandés, que valora y mucho lo suyo, este personaje, autor teatral, novelista y poeta, está considerado el creador del lenguaje literario moderno del país.

Nacido Aleksis Stenvall el 10 de octubre de 1834 en Nurmijärvi, aprendió sueco, entonces la lengua de élite finlandesa y estudió literatura en la Universidad de Helsinki, si bien escribió todas sus obras en finés, sin duda influido por uno de sus preclaros maestros, Elías Lönnrot, el recopilador del “Kalevala”, la leyenda nacional finlandesa.

Aleksis Kivi, pensativo

Precisamente su primera obra teatral, “Kullervo” (1860) es un poema dramático basado en una de las leyendas del «Kalevala». Entre sus obras hemos de destacar la comedia “Los zapateros de la Landa” (1864); la tragedia “Lea” (1869), basada en la Biblia y varios volúmenes de poesía lírica, entre ellos “Los siete hermanos” (1870), que le llevó diez años escribirla y en la que describe la vida aventurera de los hermanos Jukola en los bosques finlandeses, que acaban emigrando a un pueblo de vida convencional.

La crítica de la época fue despiadada con la obra final de Kivi, por su realista descripción de la vida rural, a la que consideró demasiado vulgar. El autor generó en su fuero interno un sentimiento de rechazo, de modo que acabó sumido en una depresión y el desequilibrio mental que terminó con su vida. Falleció el 31 de diciembre de 1872 en Tuusala, a la temprana edad de 38 años.

Fachada principal del Teatro Nacional de Finlandia. Preside Aleksis Kivi

Con el tiempo, y con una Finlandia libre, imbuida por el romanticismo y celosa de sus mejores autores y tradiciones, los textos de Aleksis Kivi se convirtieron en lectura obligada en los colegios del país. Entonces llegó también el reconocimiento a su figura, como la de uno de los fundadores del teatro y la novela nacional.

Es así como el Día de la Literatura Finlandesa se celebra coincidente con la fecha de nacimiento de Aleksis Kivi. Es un reclamo para que unos y otros, nacionales y extranjeros, renueven su compromiso leyendo alguna obra escrita en finés o traducida. Hay muchos y muy interesantes títulos de diversos autores que nos descubrirán un mundo interior, diferente y sugestivo.

Como una reflexión serena, tal vez, ante la actitud pensativa de la estatua de Aleksis Kivi en Helsinki, obra de Wainö Aaltonen (1934, su enclave es un reconocimiento honorable. Situada en la cara norte de la plaza de la estación central de tren, proyectada por Eliel Saarinen y frente a la fachada principal del Teatro Nacional de Finlandia, construido en 1902.

Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo

Juan Carlos Díaz Lorenzo

Kerimäki es un pequeño pueblo situado al Este de Finlandia que posee la iglesia de madera más grande del mundo cristiano, con capacidad para 3.400 feligreses sentados en bancos que suman 1.670 metros lineales. Si agregamos a quienes pueden estar de pie, alcanzamos la cifra de cinco mil personas. Gracias a su excelente acústica, el templo es el escenario elegido para la interpretación de los espléndidos conciertos del Festival de Ópera de Savonlinna.

Diseñada por el arquitecto Anders Fredrik Granstedt, la iglesia de la parroquia luterana de Kerimäki –pintada en tonos ocres y blancos y la cúpula en verde- mide 45 metros de largo, 42 metros de ancho y 37 metros de alto. En el momento de su construcción se consideró una maravilla de la carpintería y sin duda sobran razones para ello. Las obras dieron comienzo en 1844 y finalizaron el 25 de septiembre de 1847, procediéndose el 11 de junio de 1848 a su consagración.

Fachada principal de la iglesia luterana de Kerimäki

Debido a las condiciones de frío extremo durante el invierno, los servicios religiosos en la descomunal iglesia se ofrecen sólo durante los meses de verano. Existe una pequeña iglesia cercana, construida en 1953, dotada de calefacción, si bien en la mañana de Navidad los feligreses se reúnen en el emblemático templo y encienden cientos de velas, haciendo posible que el interior permanezca lo suficientemente cálido.

La leyenda abriga la idea de que el tamaño de la iglesia es el resultado de un error de cálculo. Unos dicen que el arquitecto estaba trabajando en centímetros y que los obreros emplearon pulgadas, que son 2,54 veces mayor. Otros estudios, sin embargo, han demostrado que la iglesia estaba destinada en realidad a ser tan grande como la conocemos en la actualidad y así lo demuestran los planos existentes, pues se pretendía que acomodara a la mitad de la población de la comarca de una sola vez.

Foto: Fernando Fernández-Valencia